27.2.13

incondicionalmente viviendo




Qué me tenga preparado Dios en esta vida
no lo tengo claro del todo, 
lo que sí, 
si lo tiene dispuesto para mi
es porque estoy preparada para ello!


Parecen palabras tan simples, claras y complejas que, en el día a día todo parece torcerse y volverse más y más complicado de lo que habíamos pensado, se torna diferente a lo que realmente es, confrontado a lo que creíamos iba a ser... 

En ocasiones tenemos bajones, momentos de tristeza e incluso de llanto pero, ¿quiere eso decir que estamos o nos va mal? o es un simple modo aprendido para poder liberar algo interno que desde luego, nos estaba afectando.

¿Nos han dicho que la vida, que vivir es fácil? 
Si así ha sido, yo no lo recuerdo haber escuchado. Por eso, no acabo de entender el conjunto de palabras que dicen: 
qué vida tan mala, tan dura, tan difícil, o adjetivos más intensos que nada tienen que ver con el significado de vivir... Considero que no es del todo cierto, que esa forma de ver este gran regalo no es del todo correcta.

Acaso si lamentamos lo que nos ocurre, nos va mejor? Acaso haciendo daño a algún ser cambia algo? 
Entonces, por qué seguimos fastidiando al otro. Por qué seguimos criticando, luchando, haciendo uso de un lenguaje ofensivo, de unos hechos dañinos y crueles hacia otros si, haciendo mal al de enfrente, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos.

Dejemos de actuar como críos en el patio del colegio. Avancemos en nuestro camino sintiendo la vida como el Gran Regalo que tenemos, como la gran oportunidad de sentirla en cada instante del que disponemos y, a la vez dispongámonos a prepararnos para afrontar la partida dejando atrás este cuerpo y esta ocupación para seguir en nuestro propósito. 

Seamos peregrinos en el instante que vivimos. Peregrinos dispuestos a caminar sin mochila, sin peso ajeno, sin apegos o sentimentalismos que nos apartan de nosotros mismos para hacernos creer que algo externo nos puede dar aquello que creemos no tener. 

Dejemos de pensar en el pasado y de soñar en el futuro. La incertidumbre del ayer y del posible mañana que ni siquiera sabemos llegue o exista, nos hace perder la esencia del aquí y ahora, de la verdad, de la realidad...



No hay comentarios:

Publicar un comentario